La mediación parental, para nosotros en ElTeclas, es el conjunto de estrategias y normas consensuadas en familia, comunidad, escuela con la finalidad de hacer un uso responsable de internet y de los dispositivos de conexión.

Algunas preguntas para invitar a la discusión: ¿Cómo afecta a nuestras relaciones el uso de los dispositivos? ¿Qué podemos hacer para lograr un equilibrio entre el tiempo que pasamos online y offline? ¿Qué espacios y horas pueden ser idóneos para pasar tiempo desconectados?

Algunas claves: 

  1. Sentido común y experiencia vital, los problemas y situaciones online no dejan de ser problemas con personas.
  2. Implícate con tus hijos, documéntate y acércate a ellos, no temas preguntar,  mejora tu reputación digital y comienza a moverte como pez en el agua en mundo online. 
  3. Trabaja en equipo, involucra a tus hijos y alumnos, ellos tienen muchas aportaciones que hacer.
  4. Da el ejemplo, reflexiona sobre el tiempo que pasas online y en redes sociales.
  5. Crea herramientas o recursos que ayuden a tomar buenas decisiones sobre el tiempo que estamos o no online. 
  6. No demonices las nuevas tecnologías. 

«Como padres, tenemos una importante labor de educación del uso positivo de la tecnología, en la que generar buenos hábitos, criterio, respeto, autonomía gradual y responsabilidad, será lo esencial»

Beatriz Martín Padura, Directora General de FAD (1)

Durante el tiempo de confinamiento los niños, niñas y adolescentes triplicaron el tiempo de estar online y por ende de consumo de información vía redes sociales.

Nosotros podemos ayudarte, en nuestras redes sociales compartiremos mucha información y son un canal para realizarnos consultas, compartir con nuestra comunidad tus experiencias  y plantear temas de discusión.

Mi casa, al igual que muchas otras, no escapó de esa realidad, fue una ocasión para compartir, desarrollar habilidades y descartar otras, una oportunidad para valorar el tiempo que pasamos al aire libre y con los amigos. Hicimos un plan de trabajo y en él incluimos un taller de informática, un curso de dibujo, cocina, vimos y comentamos películas y series con palomitas y tartas que juntos preparamos.

Durante el confinamiento usamos los recursos disponibles para crear actividades y compartir experiencias. 

Cada quien echó mano de sus recursos para sacar el mejor partido a la situación.

Pero aún así mis hijos se levantaban y antes de cepillarse los dientes o desayunar prendían la Nintendo o el iPad y comenzaban a jugar, claramente necesitábamos reglas y límites, evidentemente estabamos haciendo un uso abusivo de estos y descuidando otros aspectos importantes de nuestras vidas.

Yo como padre y sustento de familia también estaba atravesando una situación complicada, pero un día entendí que había que intervenir, los deberes escolares y tareas domésticas quedaban relegadas al final del día.

Los padres de esta generación nos enfrentamos al reto de proponer alternativas de entretenimiento y ocio, yo no recuerdo que mis padres tuvieran esa preocupación.

La mediación parental: un caso

Nos reunimos  y con la ayuda de una pizarra apuntamos nuestras obligaciones y deberes. Discutimos sobre el tiempo excesivo que dedicamos a estar online y cómo eso nos estaba afectando en la realización de otras actividades, incluso en la forma de relacionarnos entre nosotros, en ocasiones nos mostramos irritables, sensibles y en muchas noches experimentamos insomnio.

La mediación parental es una oportunidad para aprender en familia el manejo de la tecnología de forma responsable y segura.

En tal sentido formulamos un conjunto de normas con la finalidad de mejorar la forma de relacionarnos con los dispositivos y pasar más tiempo juntos, fuimos apuntando en la pizarra las ideas que surgían de las discusión, veamos el resultado:

  1. Buscar alternativas para entretenernos.
  2. No utilizar los dispositivos durante las comidas.
  3. Apagar los dispositivos a las 22:00 horas.
  4. Salir una hora al día a caminar, durante ese tiempo solo usar el móvil para escuchar música.
  5. Mantener cargados los dispositivos, sobre todo sí lo tomé prestado, por ejemplo el ordenador portátil de papá.
  6. Mantener los dispositivos en un lugar seguro, no en el suelo, o en un lugar donde pueda caerse o mojarse.
  7. Hacer uso responsable y creativo (no permitir ofensas y no agredir a nadie).
  8. Ver contenido apropiado a mi edad.
  9. Si tengo dudas sobre la información consultada o si esta me genera incomodidad, consultar inmediatamente a mamá o papá.
  10. Establecer un tiempo máximo de uso al día.

“Para facilitar el cumplimiento de las reglas sobre el uso de Internet es una buena idea consensuar un pacto familiar que recoja las normas de uso de las nuevas tecnologías”  

Fotografiamos la pizarra, la borramos y comenzamos a anotar las obligaciones, ponderando con tiempo para estar online, una especie de tabla de economía de fichas en la cual relacionamos deberes con tiempo para usar los dispositivos, por ejemplo:

  1. Cepillarse los dientes al despertarse, sin que papá diga nada, es igual a 15 min.
  2. Hacer los deberes escolares antes de las 16:00, igual a 1 hora.
  3. Ducharse, regar las plantas, tender la cama, recoger los platos de la mesa, ayudar a mantener el orden en casa también estaban incluidas en la lista.

Para mí fue una grata sorpresa, no tenía que decir nada, Andrés y Diego estaban encantados de cumplir con todas sus obligaciones y ellos mismos colocaban el check en la pizarra.

La mediación parental debe incluir límites claros sobre el tiempo que dedicamos al uso de los dispositivos para lograr un uso equilibrado que no interfiera con otras actividades de entretenimiento y ocio, así mismo con el cumplimiento de obligaciones y responsabilidades. Para establecer las normas o acuerdo proponemos las siguientes premisas: deben ser pocas, claras, ajustadas a la edad y sobre todas las cosas “realistas”. 

“6,41 horas al día es el tiempo promedio de uso de SmartPhone a nivel mundial, en España es de 5:41” (2).

Una día ocurrió algo curioso, se relajaron en el cumplimiento de sus tareas, yo sin decir nada apague el WIFI, pensé que correrían a quejarse conmigo; pero no, entre ellos cotillearon, -¡Qué fuerte!… papá conectó algo para medir las tareas y el tiempo que ganamos a la WIFI, por eso nos quedamos sin internet-

Yo preferí no aclarar la situación, ellos corrieron y culminaron sus tareas y como por arte de magia… volvieron los datos.

Aportamos algunas preguntas más que pueden servir de base para plantearnos un plan de mediación:

¿Qué tenemos que aprender o investigar para hacer uso de los dispositivos de conexión e internet de forma segura?

¿A qué edad debemos comenzar a trabajar estos temas?

¿Sólo porque hagan uso del móvil y la tableta sabrán hacerlo de forma segura?

¿Qué actividades podemos realizar para fomentar en familia el uso responsable y el autocuidado online?

A modo de conclusión la mediación va más allá, es un proceso de crecimiento y descubrimiento mutuo, que no se detiene y en el cual enseñamos habilidades para desarrollar sus capacidades y creatividad; así como para manejar los bulos, riesgos y conflictos. Es  una doble vía para establecer espacios donde el intercambio y el entretenimiento logren un equilibrio entre el mundo real y online (con o sin confinamiento).

🙋🏻‍♀️ ¿Te animas a contarnos tu historia? Puedes dejarla en la sección de comentarios 😉.

Fuentes:

  1. https://www.is4k.es/sites/default/files/contenidos/herramientas/is4k_guia_mediacion_parental_internet.pdf
  2. https://datareportal.com/reports/digital-2020-global-digital-overview